Bromeliáceas terrestres

      Aprovechando que están en flor, hoy os presento dos plantas de la familia de las bromelias que a diferencia de las más comunes, que aunque vayan presentadas en macetas son epifitas, éstas son terrestres y de poca agua. Viven bien en rocallas con algo de sombra al día, rodeadas de cactus y otras suculentas.

      La Puya mirabilis, de aspecto de gramínea, esconde en sus hojas unos pequeños dientes en forma de garfio que pueden amargar a más de uno su existencia (en la zona de Chile a otra variedad de Puya más grande la llaman exageradamente "mata ovejas"). Originaria de Bolivia y Argentina, el aspecto del follaje de esta bromeliácea no es que llame mucho nuestra atención, pero su floración es realmente hermosa, con unas flores de color verdoso realmente maravillosas (de ahí su apellido en latín 'mirabilis'), con la curiosidad de cuando ya está "pasada", los pétalos se enrollan sobre si mismo (observarlo en la foto).

      Soporta bien el frío (5 ºC) y alguna helada puntual si está en seco. En inviernos húmedos es mejor protegerla en un lugar más seco. El riego, sobre suelo con buen drenaje, lo realizaremos cuando la tierra esté seca, disminuyéndolo en invierno (menor actividad de la planta).

      La otra bromeliácea terrestre que os presento es la Dyckia brevifolia, de crecimiento más compacto (hojas pequeñas y rígidas). Originaria del sudeste brasileño, sus hojas tambien estan provistas de "garras" para protegerse de sus posibles depredadores.

      A esta planta carnosa le gusta las zonas soleadas con suelo rico en nutrientes y poroso. Soporta muy bien la falta de agua, por lo que se la proporcionaremos cuando la tierra este bien seca, y como siempre, disminuyéndolo o anulándolo en los periodos fríos, que al igual que la Puya, los soporta mejor en seco (hasta -2 ºC). Su crecimiento en "horizontal" debido a sus tallos rastreros y su facilidad de hacer "hijos" la hace ideal para cubrir suelos en zonas de poco mantenimiento. Sus pequeñas flores, que suelen aparecer en primavera, son de un amarillo "chillón" enarboladas en una espiga de no más de 50 cm de altura.