martes, 18 de febrero de 2014

Monadenium echinulatum


      Originaria de Zambia y el nordeste de Tanzania, esta suculenta de la familia de las euphorbiáceas presenta una curiosa y bella floración, de cada una surge dos flores nuevas (cima bípara). El nombre de Monadenium hace referencia a que estas flores solo poseen una glandula nectaria, en forma de herradura.


      El Monadenium echinulatum es una planta de pocas exigencias. La situaremos en un lugar muy luminoso, con algo de sol pero protegida en las horas más fuertes, y donde la temperatura no descienda de los 10 ºC. Si los tallos se ponen muy rojos es que tiene un exceso de sol, mientras que si crecen de manera débil, con tallos estrechos y largos, y muy pálidos, es señal de poca luz. El sustrato deberá ser muy ligero, con buen drenaje, y lo regaremos cuando esté seco completamente, con poca agua y siempre evitando encharcamientos.


      Su tallo puede engrosar hasta los 12 cm de diámetro y no alcanza alturas de más de 30 - 40 cm. Aunque es una planta de hoja perenne, puede perderlas como medida "defensiva" en periodos más difíciles. Su látex es tóxico e irritante, por lo que tendremos cuidado con los niños, animales y a la hora de manipularla.


      Lo tenéis disponible en M-17 (maceta de 17 cm), con un tallo único de 25 cm de altura y en plena floración, mostrandonos su más que hermosos atributos, en blanco y verde. Hay pocas unidades.

      Con estas curiosas euphorbiáceas nos han llegado unos bonitos cactus globulares y sin espinas, de "piel suave" y color gris azulado (Lophophora williansii). Vienen calzados en maceta de 8.5 cm y tendrán un diametro de planta alrededor de 3 - 4 cm y son de crecimiento lento.


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