"Primavereando"

     Se nota que la Primavera se acerca y va inundando poco a poco con su fuerza el vivero. Estamos en una época de transición en la que podemos encontrar un poco de casi todo, por lo que os invito a "primaverear" por nuestras instalaciones. Como siempre, y para vuestro deleite, os adelanto un poco de lo que os podéis encontrar.

      En la parte de "planta de exterior" las mesas se van pintando de hermosos colores y el ambiente se carga con ricos aromas que nos trasladan a otros lugares y otros tiempos. Los lilas de la Bougaivillea 'sanderiana', el blanco de las 'margaritas' de flor pequeña (L. paludosum), el dulce perfume del 'jazmín francés', los "pimpollos" de los 'ranúnculos', las duraderas Dimorphotecas, la belleza de las 'begonias', los primeros 'geranios franceses', la exuberancia de las 'polígalas', el colorido que nos regalan los híbridos de Gazania, la dureza de los 'geranios colgantes', las "pinceladas" de color de las 'margaritas'... y muchas otras más, nos embriagan con sus regalos en forma de flores y endulzan nuestra terrenal existencia.

      También podemos disfrutar el exotismo de la floración de la Pyrostegia, el naranja de las inflorescencias del Aloe ciliaris, la rusticidad de las tapizantes pertenecientes al género Mesembrianthemum y la fina y elegante floración del Pelargonium odoratissimum, que además, nos regala la delicada y agradable fragancia de sus hojas.

      No solo podemos alegrarnos la vista con la exuberancia floral que nos proporciona la Primavera, también podemos alimentar nuestro olfato, aparte de con el 'pelargonio' anteriormente citado y la fragancia de otras flores, con una rica selección de aromáticas (culinarias y medicinales), como el 'espliego', el 'tomillo', la 'hierba luisa', la 'hierbabuena', la 'salvia', la 'santolina', el 'romero', el 'incienso'..., que nada tienen que envidiar a los más caros perfumes del mercado.

      La Primavera ya llega, y ahora es el momento de rodearnos de su energía y llenar nuestros rincones de sus colores y esencias, de contagiarnos de su vigor y disfrutar de la vida que despierta con los primeros calores.