lunes, 31 de octubre de 2011

Palmeras asiáticas

      Os voy a presentar dos palmeras fáciles de cultivar y de rápido crecimiento. Se trata de la Areca triandra  (o catechu), originaria de Malasia y Singapur, y la Caryota mitis (Areca caryotamitis), originaria también en el sureste asiático.


      La A. triandra es una palmera que siendo joven crecerá perfectamente en un lugar bien iluminado pero protegido del sol fuerte, precisándolo solo cuando sea ya adulta. Sus palmas de folíolos anchos y de un verde más o menos oscuro nos otorga una belleza singular que llena de exotismo el lugar elegido para que se desarrolle. Para que no sequen las puntas deberemos proporcionarle cierto grado de humedad, pulverizando cuando las temperaturas sean altas. El sustrato deberá permanecer húmedo, no encharcado, debiendo regar antes de que seque y será rico en nutrientes. Debido a su rápido crecimiento, abonaremos convenientemente en la época de más calor (y mayor crecimiento) con uno rico en microelementos.

      Como curiosidad, sus flores tienen cierto aroma a limón y sus  semillas son comestibles y les atribuyen propiedades medicinales.


      La C. mitis o 'palmera cola de pez' es otra palmera de fácil mantenimiento y rápido crecimiento. Está formada por varios troncos (multicaule) los cuales van muriendo conforme florecen (¡pero tambien le van saliendo nuevos!) Precisa de mucha iluminación e incluso algo de sol directo (pero no el más fuerte) y mucha humedad, siendo muy importante la pulverización de las hojas cuando haga calor. El sustrato tendrá muy buen drenaje, evitando la acumulación de agua, y lo mantendremos siempre húmedo, regando un poco antes de que seque. Cuidado con las corrientes, que resecan mucho el ambiente.

      De la médula de esta palmera se obtiene un tipo de  'sagú', fuente de hidratos de carbono, y a partir de las inflorescencias un vino ('toddy') del que se puede extraer los azúcares y destilar en aguardiente.

      A estas palmeras tropicales o subtropicales no les gusta el frío intenso ni las heladas, por lo que deberemos de protegerlas de los fríos invernales. En esa época tendremos que controlar más el riego y la humedad, pues el uso de las calefacciones resecan mucho el ambiente, pero también la planta de normal tiene menor actividad.

      Las tenemos calzadas en un contenedor de 22 cm de diámetro y alcanzan una altura total de 1.60-1.80 m.
     
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