La Saxifraga stolonifera es una hermosa planta rastrera que sorprende con sus largos estolones acabados (de normal) en pequeñas plántulas o hijuelos. Es originaria del lejano oriente (China y Japón), pero está ampliamente extendida por todo el planeta debido a su uso ornamental.
Le gusta los lugares frescos y bien iluminados, pero sin luz solar directa (un "sol suave" no pasa nada). Le gusta la humedad alta y cuando la temperatura asciende por encima de los 24 ºC es recomendable pulverizar con agua (sin cal) para aumentar ésta. Regaremos cuando el sustrato esté ligeramente seco, evitando siempre los encharcamientos, importante el buen drenaje. La temperatura por debajo de los 7 ºC ya puede ser peligrosa.
Tanto sus hojas, con bonitos dibujos que recuerdan a los de las begonias, como sus tallos rojizos están cubiertos con unas vellosidades blanquecinas que le confieren protección contra la perdida de agua. Su floración suele ser en época estival y es conveniente cortarla una vez seque (y antes de que fructifique, si lo hace). Como curiosidad, el nombre de Saxifraga proviene del latín saxum (piedra) y frangere (romper, quebrar), pues antiguamente se le atribuían a sus raíces esta particularidad.
La tenemos calzada en maceta de 12 cm, con pocos tallos con "plantita" pero bien hermosas. Colocada como planta colgante resaltaremos la belleza de sus futuros estolones, que pueden alcanzar hasta casi el metro de longitud.
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