Más que plantas carnívoras, son plantas insectívoras, que se nutren en su mayor parte de los distintos insectos que quedan atrapados en sus ingeniosas trampas, fruto de años de adaptación a un medio hostil donde han conseguido desarrollarse con mayor o menor suerte.
Tenemos un amplio surtido en variedades de plantas carnívoras en m-9 (por orden de izquierda a derecha según la imagen):
Sarracenia spp.(las tres primeras), originarias de América del Norte, con sus hojas en forma de trompeta o corneta, coronadas con un cuello ancho y más o menos ondulado, o formando un esbozo de cubierta. Su trampa es pasiva, el insecto se introduce (por su propia voluntad) en el tubo que forma la hoja, atraído por néctar, olores o colores sugestivos, y ya no sabe salir, muere, de normal ahogado y es digerido y absorvido por la planta. Pueden estar a pleno sol, tolerando el exceso de calor. Desde finales de la primavera hasta mediados del otoño, deberá poner en agua los pies de la maceta. El resto del año mantenga un poco húmedo el sustrato. Por debajo de los 5º C puede sufrir daños.
Drosera spp. (la de la foto Drosera capensis "Alba"), con más de 190 especies y repartida por todo el mundo, atrapan a los insectos con una sustancia pegajosa que segregan los pelos de sus hojas y que recuerdan a las gotas del rocío (del griego drosos = rocío, gotas de rocío). Luz intensa, pero sin sol directo. En cuanto al riego, similar a las sarracenias, pero más seco en los meses de invierno. No vaporizar ni mojar las hojas en los riegos.
Pinguicula spp. (la de la foto es un híbrido Pinguicula x weser). Grupo muy numeroso también, cuya trampa es pasiva como la sarracenia, pero emplea el método de las droseras, con pequeños pelos que segregan sustancias pegajosas que atrapan al insecto y luego lo digieren. Es de las más fáciles de cultivar, luz intensa pero sin sol directo, en remojo en agua durante los meses de calor y menos en invierno.
Dionaea muscipula, la famosa atrapamoscas, cuyas hojas se cierran al contacto de algún insecto desprevenido, atrapándolo y "devorándolo". En la parte interna de la "boca" dispone de unos pelitos (dos o tres) que al ser tocado varias veces (suele ser dos) por su presa, activa la trampa y se cierra la "boca". Regar de manera similar que las anteriores. Necesita un periodo de reposo invernal en el que tiene que pasar algo de frío, pero no sufrir heladas. En invierno puede llegar a desaparecer para luego rebrotar en primavera (pseudobulbos).
Nepenthes spp., que pueden ser terrestres, epifitas o trepadoras y presentan su trampas en el extremo de las hojas, en forma de botellas, cantaros o urnas. El insecto es atraído por néctar, colores u olores al extremo de la urna y se precipita como en un "tobogán" al interior, del cual le es imposible salir y muere por agotamiento y asfixia. Requiere de lugares bien iluminados, pero sin luz solar directa y un grado de humedad elevado, por lo que pulverizaremos las hojas en función de la temperatura ambiental. Mantener el sustrato mojado, pero sin encharcar (buen drenaje) y en invierno dejar secar entre riego y riego si la temperatura baja de los 16º.
Como últimos consejos, el agua empleada en el riego de todas estas plantas carnívoras debe ser muy pobre en minerales (mejor de lluvia) y por supuesto, sin cal, y nunca se debe fertilizar con ningún tipo de abono, ya sea orgánico o mineral, pues estas plantas viven en un medio carente de minerales (a la nepenthes se le puede aplicar ocasionalmente un abono líquido específico para orquídeas).