Después de 15 días de muy poca actividad por estos 'lares' (he estado fuera), regresamos mostrándoos dos preciosidades de colgantes que podéis disfrutar si gustáis. Se trata de una Peperomia y de una Tradescantia.
La Peperomia angulata (o P. quadrangularis) es una hermosa planta que situaremos en un lugar protegido de los rayos directos del sol, pero muy iluminado, al resguardo del frío (10-12 ºC de mínima) y con una humedad ambiental alta. En cuanto al riego dejaremos secar el sustrato entre riego y riego, disminuyendo o anulándolo en invierno y siempre procurando que el sustrato no se encharque (sensible al exceso). Si las temperaturas son muy elevadas, podemos pulverizar las hojas (sin abusar) para proporcionarle esa humedad ambiental tan necesaria para su buen desarrollo. Sus bonitas hojas bicolores y con un dibujo similar al de un melón de agua, nos recuerdan mucho a las hojas de la Dischidia ovata, pero éstas últimas son un poco más grandes.
La otra colgante que os enseño es más común, pero sus colores plateados y purpuras me fascinan. Se trata de la Tradescantia zebrina, una planta tapizante de gran resistencia y fácil multiplicación. Su situación, para mantener esos colores tan característicos, será un lugar muy luminoso, sin sol directo o con algo de sol suave. Resiste bien el frío. En cuanto al riego, soporta la falta de agua, pero si se riega no dejando secar el sustrato del todo entre riego y riego, crecerá con más alegría. Cuanto más luz, más compacto será su crecimiento.
Estas preciosidades colgantes, junto con otras, las tenéis disponibles en la clásica maceta con colgador de 15 cm de diámetro.